Así somos y así son nuestros jugadores. Prueba de ello es Leo Franco.
Tras su ‘desastroso’ partido ante el Villareal del pasado fin de semana, llegó el partido en Almería. Partido que ‘salvó’ el arquero ( sumando las magnificas intervenciones divinas de los travesaños). Sus tres -más bien dos y un cuarto- paradas, tras el penalti cometido por Seitaridis, ( ¡qué poco listo estuviste griego!) lograron que el conjunto rojiblanco se marchará del Estadio Mediterráneo con un empate que sabe bien.
Ahora los titulares dicen que Leo es el gran parador de penaltis de nuestra liga, ( lleva siete en dos temporadas) él, dice que es cuestión suerte.
Suerte. Suerte lo que tuvo el Atlético ayer. Suerte de no perder. Pues si otras veces perdemos, aún mereciendo ganar, ayer empatamos mereciendo perder. El juego de los nuestros no fue brillante, ni siquiera se acercó al termino. Los palos, Leo y la suerte, nos ayudaron a salir de Almería con un puntito bajo el brazo.
En repetidas ocasiones, el fútbol es cuestión de suerte. Y ayer, quedó comprobado una vez más. Lo vivimos en nuestras propias carnes. En esta ocasión, para bien.
Aún así, destacar que la suerte no nos sonrió del todo ( no podíamos pedir más por hoy) y es que la última jugada del partido estuvo a punto de ser cruel para los almerienses. Una falta botada por Antonio López que golpeó en el travesaño. Esta vez, fueron los almerienses los que respiraron aliviados y bendijeron el ‘bendito palo’.
[ Almeria 0- Atlético de Madrid 0]
Esta semana parón liguero. Jornada de selecciones. Vamos aprovecharla, vamos a reponer fuerzas y sigamos adelante con la lucha. Un tropiezo lo tiene cualquiera, pero no hay que dejarse caer. Hay que seguir en pie y lograr llegar hasta nuestra meta. Poco a poco y sobre todo, con buena letra.
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